El marco teológico para poder entender el trato de Dios con la humanidad se halla en los pactos divinos revelados en las Escrituras.
Romanos 9:4-5; Gálatas 3-4; Efesios 1:9-14; 3:11 Hebreos 8; 13:20
Creemos en la congregación pública de la Iglesia para la oración, adoración, enseñanza y predicación de la Biblia, y para la ministración de los sacramentos de la iglesia.
Hechos 2; I Corintios 11; Hebreos 10:25
La Biblia define el matrimonio como la relación de pacto entre un hombre y una mujer. La importancia de esta unión para la sociedad requiere que apoyemos y protejamos al matrimonio como lo hace la Palabra de Dios.
Génesis 2:24; Malaquías 2:14-16; Mateo 19:4-6
La humanidad en su totalidad está unida en su origen, en la caída, y en la provisión de la expiación a través de Cristo, haciendo a toda persona igualmente digna de amor y perdón; así como de un trato justo y sin prejuicios.
Juan 3:16; Hechos 10:34; 17:26; Romanos 5:6-21; Colosenses 3:8-16
Los propósitos eternos de Dios incluyen a todas las razas y naciones, culminando en toda lengua, tribu y nación siendo representadas delante de Su trono.
Mateo 28:19; Efesios 2:14-18; 2 Corintios 5:16-21; Apocalipsis 5:9; 7:9
La Iglesia de Jesucristo es la última herramienta que Dios utilizará para expandir su reino antes de la segunda venida de Cristo.
Mateo 16:18; Efesios 1:20-23; 3:10
La iglesia local es autónoma, es decir, se autogobierna, se mantiene a sí misma, y se expande a sí misma en su estado de madurez.
Hechos 2; 13:1-4
La forma bíblica de gobernar a la iglesia es por medio de una pluralidad de ancianos u obispos con un Pastor General, todos con cualidades conforme a I Timoteo 3 en cuanto a su vida espiritual, carácter, vida doméstica y habilidad para gobernar.
Todo creyente en Cristo debe estar sujeto a la autoridad de Dios dentro de una iglesia local específica donde pueda recibir cuidado espiritual y dar fruto que permanece.
Hebreos 13:17